
El recubrimiento epóxico es pintura en polvo compuesta por polímeros termoestables que se mezclan con agentes específicos y causan una reacción química en su conjunto. Después, se introducen en el horno de polimerización, donde comienza su proceso de curado. Se utiliza para piezas de diferentes sectores.
Pero el proceso no es tan simple. Antes de realizar la aplicación de la pintura, para que el método funcione, es necesario tener en cuenta diferentes factores que te especificamos a continuación.
En primer lugar, debe desengrasarse la superficie de la pieza. Tras este paso, hay que asegurarse de que quede bien aclarada la superficie mediante agua de osmosis. Así, se consigue que la pintura en polvo pueda adherirse mejor a la pieza.
En segundo lugar, se realiza un post-aclarado y capa de conversión nanotecnológica, que ayuda a prevenir la corrosión y asegurar que el tratamiento conserve todas sus propiedades y sea duradero.
Posteriormente, un último aclarado con agua de osmosis inversa antes de meter la pieza en el horno de secado. Y lo demás ya te lo hemos contado.
Las resinas epóxicas también se emplean en otros usos, como la protección de los suelos de cemento que vemos a diario en supermercados y otras grandes superficies, recubrimientos de tuberías, etc. Pero es necesario aclarar que en tales casos no se trata de pintura en polvo, sino de otros sistemas integrales compuestos por el mismo ingrediente resinoso.
Como te hemos comentado en anteriores artículo, usar pintura en polvo tiene muchas ventajas. Pero destacamos su beneficio ecológico, porque en Bonet Grup tenemos a nuestra disposición tres cabinas de pintura en polvo que no permiten la existencia de emisiones externas, de modo que el medio ambiente no sufre impacto. Además no se usan solventes en ninguna parte del proceso.
Ponte en contacto con nosotros para saber más sobre el recubrimiento epóxico o cualquiera de tus dudas.