Todas las herramientas, máquinas, instalaciones industriales y otro tipo de elementos creados a partir de materiales metálicos o ferrosos, tienen el inconveniente de poder corroerse y de que provoquen inconvenientes en la utilización de los mismos e, incluso, de salud en aquellas personas que se encuentran cerca de ellos.
La corrosión es uno de los problemas más importantes en el sector industrial y, para prevenirla, se lleva a cabo el proceso de recubrimiento. Este consiste en aplicar un material (como pintura en polvo o líquida) para que haga de barrera entre el ambiente dañino y el metal que conforma la pieza o elemento.
Para que un recubrimiento sea realmente efectivo sobre la pieza metálica debe cumplir los requisitos siguientes:
- Debe resistir las inclemencias del tiempo y el ambiente atmosférico que provoque la corrosión en el metal.
- Impedir el paso de iones. De no ser así, la corrosión podría traspasar el recubrimiento, que actuaría como un conductor de electricidad. Además, también es importante impedir el paso de oxígeno a través del recubrimiento, ya que se podría oxidar la superficie.
- Cuando la pieza o superficie metálica está en un ambiente húmedo, es importante que el recubrimiento soporte este factor. De no ser así, el metal podría corroerse por debajo de la película protectora sin que se pudiera percibir.
- Garantizar la adherencia óptima del recubrimiento sobre la pieza o superficie metálica. Para esto, se somete a la misma a un proceso de limpieza que elimina todos los componentes que puedan afectar a la perfecta aplicación del recubrimiento.
Con más de más de 75 años de experiencia en el sector de los recubrimientos, acabados y pintura industrial de piezas y superficies metálicas, Bonet Grup garantiza unos trabajos de gran calidad, demostrando sus valores de constancia e innovación.
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